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Aunque haya sido su madre, ojalá todos los días la despertaran así. Eso es lo que piensa esta chica cuando durante la siesta, se despierta cachonda y húmeda y descubre a su madre comiéndole el coño. En lugar de apartarse, está tan desconcertada que prefiere seguir disfrutándolo y tras el orgasmo que le provoca su madre, la recompensa comiéndole la vagina a ella.