0 views
|
0 likes
Parece que esta joven japonesa llega a casa de humor para disfrutar de una buena corrida. Ella sabe que quien mejor se la puede dar es su vecino, y no duda en llamarlo para echar un polvo y conseguir que se corra en ella. Primero lo calienta comiéndole el rabo, que es lo que mejor se le da, y luego a gozar de sus penetraciones…